miércoles, 18 de noviembre de 2009

18 de noviembre

A Aleyda Amaro y Ryan Emanuel
.
.
Mirándolos,
me devuelven la ternura
en un tiempo donde todo palidece.
Miro sus ojos
la innegable expresión de los Amaro
mezcla de nostalgia y alegría
de pesar, de lluvia y olvido.
Y te recuerdo,
fue en un abril lluvioso
en el fango del pangolar
cuando madre fue llevada a Puerto Plata
y supimos luego que llegabas
con tus sueños a cuestas
tu andar por la casa del kilómetro uno
jugando, dando saltos...
Te apodamos la nena
y al balbucear palabras te vi distinta
luego lo supe cuando empezaste a pronunciar
tus primeras sílabas
hablabas distinto, bello.
Hoy,
al buscar en mis fotos
los he visto y al mirarlos,
una alegría recóndita me ha embargado
y al mirarlos, así es
me he encontrado.

martes, 19 de mayo de 2009

ODA A GASPAR HERNÁNDEZ


______________________________________________________________


Por tu alegría y tu decisión de ser
¡Pueblo mío, dulce pesar en mi costado!

Por Orí, Las Canas y Candor
por el amor que guardé para Rosa Pérez
y que nunca se lo dije
por el Chino que me enseño Historia y Geografía
y que usaba una plumita para hacerse cosquillas en el oído
por la carrera que un día me dio Julián Hidalgo
porque le saqué la lengua
por Cheo Suriel que me descifró el misterio de vocales y consonantes
por Dachi que rifaba unos dulces sabrosos
porque todavía sigo buscando a Mistercren
por tus calles de polvo y olvido
y porque lloré cuando a Tunto
lo enterramos en una fría caja de arenque
por Banje, por José el loco
por el té de María Bubulo mientras esperaba al Flaco
 para ir a Santo Domingo
por Billo que tuvo un solo jumo en su vida
por Kerubin corriéndole a las llamas
por mi hermano Luis Amaro vestido de Bombero
por Blaki que me enseño a jugar y a soñar
por la negra que no recuerdo su nombre
y que me enseñó el arte de amar en el río
por mis visiones en Lomeyerba, El Jobo y Ojo de agua
por el amor que le tuve a Margarita Polanco
 y que tampoco se lo dije
por los tigueres en la esquina de Chua
por Perico leyendo la Biblia en las mañanas
y saludando como un patriarca
por Melaza que se llevaban a los muchachos
que andaban descalzos
por los Padrax en polvo que me dio Torres
para matarme las lombrices
por Ofelia que aún sigue pidiendo bola en la carretera
por el Maco Penpen
por la rubia Anyelina que aún me espera en El Plaza
por Bulla y el Loco Lamber escuchando a Paniagua
mientras íbamos a Moca
por los ojos café de una mujer que amé en el Cantonal
porque siempre quise ir al Viejo París y en un rebú
 partir una botella y después correr
por el miedo que algún día le tuve a Gallo Loco
por Langosta, por Moreno el de Cocola,
por  la loca de Maraca, por Masó y Kin Kin
por Carlito el de Dedé buscando sueños en el mar
por Fátima, Rá, Roberto Rivas, Gogoyo, Yani
y todos los que un día me vendieron sueños
por la loca que perdí en el Semillero
por mi Rio Joba que vive y muere cada año
por el Borinche que me dijo un día: “Todavía estoy vivo”
Por esto y por más, pueblo mío,
dulce temblor en mi costado
sobresalto de mis noche
¿Cómo olvidarte?
¿Cómo deshacerme de tus nudos
y de la alada invasión de tus sueños perennes?

Pueblo mío,
desesperado rumor que traduzco en estos versos
salobres, distantes, cotidianos
como la inmensa canción

que un día me diste.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Valentín Amaro: En el temblor de las visiones

Tendré un nuevo ser
un ritmo cenital que me hace
libre de todos los augurios de la tierra”

Francisco Matos Paoli


Danzando en derredor
el hombre preciso corta el trigo
sin parar, jadeando
como quien se muere amando sudoroso
a una mujer negra
extrañamente negra
eternamente negra


Habla en lenguas, gime
y es su gemido el desgarre
de un dolor de años, de siglos.


Busca los dioses de su mundo
de su atragantado mundo
de su vulnerable mundo
pero es tarde y nadie le escucha
nadie sabe de su luna colgando en su infancia
nadie sabe de los espectros girando en torno suyo
nadie ha esgrimido su espada en el hambre siniestra
nadie le ha visto caminando
en las paredes desnudas de su casa
ni cuando en su extrema paranoia araba su invierno
y volvía a su niñez agreste y cansada
hablando con sus muertos
y cruzaba la pradera
donde cada noche Isabel le salía
como en una pintura de Geo Ripley
con su falda negra
y le cubría el rostro
y volaba hasta desaparecer entre los árboles
dejándolo inerte, moribundo
hasta que un temblor de visiones le despertaba
y volvía a su casa y cantaba hasta amanecer
llorando, volviendo a la vida. ©

viernes, 10 de abril de 2009

Valentín Amaro: DECISIÓN (Relato breve)


—Baja de ahí para matarte como a un perro. Como deben morir todos los de la maldita "Banda Colorá"!—

El hombre allá abajo me grita desde hace horas. Todos en el condominio saben ya que es a mí a quien busca, pero a la verdad cómo diablos me enfrento en estas condiciones en que estoy. De seguro nadie le ha dicho que casi no puedo moverme. Que me orino en la cama, que babeo todo el tiempo y que si no fuera por la sobrina que cada día viene a visitarme y limpiarme, ya hubiera muerto.

Y todo por ser tan cumplidor: “Haga esto Gautreau, haga aquello”, “Déle un susto a esos comunistas de mierda”, “Miré a ver qué usted hace con ese periodista que no nos deja trabajar”.
Y siempre cumplí hasta que por mi hoja de servicios me hicieron Mayor. Y ahí sí que se arregló la cosa. Los majé a todos. No hubo uno de esos revoltosos que no supiera de mí. Hasta en sueños me les aparecía.

Pero en el ´78 todo se vino abajo. Llegaron los blancos con su aire de libertad y mucho hablar y fui de los primeros que dieron de baja. Pensé que había pasado al anonimato, pero no. Una periodista de apellido Pereyra dio conmigo y desde entonces siento que mil ojos me vigilan.

Esta mañana me despertaron los gritos de este hombre que me invita a bajar y a matarme con él. Y si yo pudiera. Si el supiera que lo único que espero ahora mismo es deshacerme de este olor putrefacto de mis heces. Que lo que quiero es que llegue mi sobrina y me limpie. ©

Aníbal Montaño: INTIMO


Yo, hijo de la sombra y el polvo
nudo indescifrable del tiempo y sus plumas
del árbol con olor a brisa
del mundo con aliento a sexo
hijo de todos los caminos que cruzan a los hombres
diré que soy el sentir de las cosas que mueren
buscándose en el cielo
en las noches habitadas en los ojos
en espera de la muerte que se hace redonda
que vuela como ángeles en el sueño
como sonido de lluvia
con cuerpo de hoja que se dobla en los ojos.
Yo que sólo canto a los hombre para oirme en sus voces
para oir el latir de sus gargantas
arrastrando mi llanto de palabras
mi sonido de pájaro y hombre como Dios
como mujer con sueño de serpiente
eso que soy cuando me arrastro
cuando canto con mis manos
lo que los dioses cantan con amuletos e imágenes
cuando canto con el dios que también soy
pero a distancia.©
___________________________________________________
Aníbal Montaño, San Cristóbal (1972-2003). Poeta y gestor Cultural definido por Ramón Mesa como un "sacerdote del tallerismo". Sus poemas aparecen en 16 de los brochures del Círculo Literario Yelidá al que perteneció. También sus textos aparecen en la "Antología de Escritores Sancristobalenses" de Juan B. Nina; en la revista Espacios Culturales que dirige Mateo Morrison; en la revista "Caudal": y en la "Antología poética del Sur" también de Juan B. Nina
.
Tomado con permiso de
"2 biografías y 5 poemas
para conocer a Aníbal Montaño"
Fundación Literaria Montaño
Colección EntreAmigos 2008.©

sábado, 10 de enero de 2009

Escritor invitado: Samuel Gregoire


Adelaida
En el agua,
En el aire mojado,
El silencio está muerto
El silencio es la muerte abandonada
En el sueño del vacío.
(El vacío sueña con una manada de abismo
Con cuerpos sin placeres
Vestidos de un frio asexuado.)
Adelaida
La montada,
La poseída
De las voces de fuego,
De hierro, de sangre,
De tierras, de hojas de esmeralda,
De sol…
Un dios sol,
Un sol dios
Que apena alcanza a ver
El nido de luz en tus ojos..
Adelaida
Flor de tambor brotada
Sobre la orilla de lambí irisado,
Flor irisada y mojada.
Los talones suspendidos sobre tu cabeza
De un cielo embriagado
De colores de Aida Wedo,
Dejando caer un brazalete de vapor árido
En la onda de tu cuna de agua.
Y ahora la onda tibia
La peinas con tus dedos de lianas
Encima de la cabeza de Simbi Andezo,
Enamorada del rocío.
Flor de tambor,
Flor de lambí irisado,
Flor comilona de colores,
Flor mojada
Y el rocío cae sobre tus pétalos
Con gotitas de voces
Escotando una sinfonía
Para regar los sueños de tus labios.
Adelaida
Danza con tintas de carne,
Placer de arcángeles y de hombre;
Codicias, un viejo pecado absurdo.

Un sol rojo (el sol dormilón)
Se infiltra en tu rama de sangre
Mientras que una luz cromática
Abusa del sexo de la luna.
(El silencio muerto bebe su sollozo)
Las alas de viento de la noche,
Tu cuenca de fogata crespo,
El fantasma de mis fantasías
Sus piruetas en tu libido carmesí.
Los gritos gelatinosos de tu hibisco clitogénico
Agrietando esferas de orgasmos.
Eres carnal…
Carnal, pecado inventado.
Adelaida
La noche,
Nudas tus piernas.
La noche llega con alas lentas
En país poema que excava el misterio
Para enterrar verbos invertebrados.
La noche,
Fuga de los zobop,
La muerte del silencio muerto.
Cric crac,
Los cuentos;
Cuéntame la historia
De este viento de oro y de sol
Muerto sin poder ofrecerte
El aroma de los dondiegos de noche.
_______________________________________

SAMUEL GREGOIRE: “Naci un viernes 13 de mayo del 1983, en el centro de la capital, puerto príncipe, Haití, mi formación académica desde el colegio siempre contaba con grandes profesores de letras y de filosofías que despertaron en mí el placer de escribir. A los 18 años me hice miembro del taller literario “Atelier Marcel Gilbert” de la biblioteca “Justin Lherisson” de la comunidad Carrefour donde viví toda mi infancia, en ese taller compartí con muchos escritores jóvenes y también me oriente hacia el poema erótico inspirado en la cultura vudú haitiano, a través de mis lecturas conocí por primera vez el mundo literario hispanófono con el libro Libertad bajo palabras del escritor mexicano Octavio Paz y de ahí desarrolle mi interés para las letras hispánicas. He compartido encuentros con escritores Haitianos tales como Gary Víctor, Bonel Auguste y otros. Empecé una formación en ingeniería financiera en Haití, carrera que no pude terminar debido a la crisis del 2004 con el gobierno de Jean Bertrand Aristide. En este mismo año, viaje hasta Santo Domingo para así seguir con mi formación universitaria con la carrera de Administración de empresas y estudios sobre el idioma francés, empecé a escribir poemas en español desde el año 2006, mi primer presentación en Santo Domingo fue en un recital de poesía en La UNESCO para el evento Madre África invitado por Geo Ripley y el escritor cubano José Valle Parreño. Ahora Desempeño como traductor y asistente personal de Geo Ripley en proyectos culturales en La República Dominicana, soy miembro del Taller literario Cesar Vallejo, escribo poemas en creole , francés y español. Libros inéditos, Dios es una Mujer (posible publicación para el 2009, prologo por Medar Serrata) y Diario de Dios en el exilio.
.
.