miércoles, 28 de junio de 2017

Mariposas negras de Valentín Amaro


Por Ibeth Guzmán
ibethguzman@gmail.com

El la tradición popular dominicana, una mariposa negra y grande, trae consigo la estela nefasta de se mensajeras de la desgracia. Cuando un animal de estos visita nuestra casa, la misión es echarla, no vaya a ser que se cumpla aquello que nos trajo. Valentín Amaro, utiliza este símbolo para entregarnos su nuevo libro de cuentos: “Mariposas negras”. Una inmersión en historias que nos pertenecen conforme la lectura nos atrapa.  Hacemos de ellas una excusa para explicarnos lo que vemos y lo que somos en esta cotidianidad que más que de tercer mundo parecer definirse en inframundo.
Los temas que Amaro expone en sus “Mariposas negras”, van desde del descarnado folklore dominicano, de politiquería partidista, hasta aquellos que enmarcan las causas imposibles, la desesperanza colectiva de un mundo que nunca se nos volverá mejor. Un ejemplo es: “Caravaeando”, una historia de amor que empezó en un recorrido proselitista y culminó en un recorrido deambulante con el corazón hecho una sola yaga adolorida o Mariposas negras, que nos vuelve espectadores del encuentro de dos amigos, unidos por la causa liberal, y separados por el amor de una mujer hermosa.
En el manejo, abordaje y tratamiento de los personajes no falta el humor, planteado desde la parodia exptrema de los típicos personajes que pueblan nuestra cotidianidad, La funcionaria pública, satirizada en un personaje obeso y objeto de burla por esta condición, el pariguayo que entiendo que su turno para el gozo y la satisfacción le llegará en algún momento de su vida. Las vecinas chismosas que viven del mal decir, basado en la bitácora de sus más cercanos. El delivery fortachón de palabras toscas, pero dulces. Entre gatos y sombras, un prostituta enterrada en rabos de gatos negros y blancos, luego de que un atracador la matara a tubazos después de violarla. .
El registro lingüístico calcado a imagen y semejanza del sentir individual de la popularidad nacional. Expresiones como: “Dándole a la lengua”, matizan las historias con el carácter que define nuestra identidad. Aunque se recurre al uso de dominicanismos, el nivel de lengua que predomina en las historias es el formal. Esas expresiones autóctonas, Valentín las coloca en el decir de los personajes, pues cuando habla el narrador, se mantiene la dulzura del decir estándar.
El enigma erótico, una suerte de puntos suspensivos que da al lector participación en los cuentos, pues no lo describe todo, no lo dice todo, da apenas un sorbo para que el que lee construya la imagen erótica que más se acomode a su imaginario íntimo.
Quedan otros cuentos en “Mariposas negras” a los que haremos mención, es pertinente que se mantenga en el futuro lector el enigma de que una de las mariposas de Valentín, se les meta en la casa en forma de libro, no para sacarla con una escoba, o espantarla con algún trapo, si no para enfrentarlas en una lectura minuciosa, repleta de misterios que esperan ser resueltos.

Aparecido en:

http://www.listindiario.com/ventana/2014/10/05/340249/mariposas-negras






En tiempos de Feria


viernes, 16 de junio de 2017