jueves, 27 de diciembre de 2007

SANTIAGO ALMADA: Antología de poesía Mística del Interiorismo.

El doctor Bruno Rosario Candelier, catedrático, lingüista y titular de la Academia Dominicana de la Lengua, es también el creador del Movimiento Interiorista y del Ateneo Insular, orientadores ambos de un tipo de poesía que se caracteriza por una constante búsqueda de la perfección del alma y de un diálogo con la belleza como serena expresión de la voz de Dios. La poesía del movimiento interiorista se caracteriza precisamente por la profundidad de su lenguaje y por el elevado discurso de los poetas, que se acercan a través del entretejido de palabras a la máxima expresión de la pureza, del amor espiritual, incluso a la presencia de la divinidad en los seres y las cosas.

El sentimiento místico es precisamente un alejamiento de las cosas materiales en lo que tienen de apariencia exterior para solazarse en la belleza que anida en lo profundo, la poesía se convierte entonces, más que en un ejercicio de la estética, en un camino de trascendencia, semejante al destino que buscaban los anacoretas y los ascetas para encauzar un diálogo profundo con la creación, desde sus más portentosas manifestaciones hasta la más modesta y humilde forma de los vegetales, del agua, de la luz y de la sombra como manto que envuelve el instante de la oración.


Poesía mística del Interiorismo se inscribe así en la serie de volúmenes que el Ateneo Insular da a conocer con cierta regularidad, en este caso se trata de una antología que incluye datos biográficos y selecciones de poemas de autores extranjeros como Juan Miguel Domínguez, Teodoro Rubio, Gonzalo Melgar de Corral y María del Carmen Soler, por citar solo algunos. En los capítulos correspondientes a los autores dominicanos inscriptos en este movimiento aparecen poemas de Freddy Bretón Martínez, Tulio Cordero, José Frank Rosario y Juan Francisco Barranco, entre otros.é Frank Rosario y Juan Francisco Barranco, Valentín Amaro entre otros. En el primer capítulo del libro el doctor Bruno Rosarioo Candelier hace una breve introducción a la orientación espiritual y estética del movimiento interiorista, en la que explica algunos de sus principios, como la el sentido místico, el sentimiento de la belleza como vínculo con lo divino, la identificación con la expresión estética, cósmica y mística de lo viviente.


En esta época, que el poeta Juan Gelman define como "tiempos tan antipoéticos", no deja de ser una verdadera caricia para el espíritu la noticia de que un grupo de poetas apuesta a la belleza, a la trascendencia, a la búsqueda de la divinidad en todas sus manifestaciones, lo que de por sí constituye una demostración de que la poesía, por su relación estrecha con lo divino, es también una expresión de la inmortalidad




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