Un hombre
—molesta náusea de siempre—
viejo sombrero olvidado
caja abandonada y vacía
mueca de un payaso jubilado
Asilado porque sí
muerde su lengua
gruñe solo
estalla en cada oquedad perdida
Grita su oscuridad
embiste las frías paredes
Se cae
cree levantarse
y no puede
Se sabe perdido
no responden sus dioses de la tierra
los jerarcas de su insomnio
delira, agoniza, muere
Afuera hay fiesta alborotada
y cantan los gallos…
.
.
—molesta náusea de siempre—
viejo sombrero olvidado
caja abandonada y vacía
mueca de un payaso jubilado
Asilado porque sí
muerde su lengua
gruñe solo
estalla en cada oquedad perdida
Grita su oscuridad
embiste las frías paredes
Se cae
cree levantarse
y no puede
Se sabe perdido
no responden sus dioses de la tierra
los jerarcas de su insomnio
delira, agoniza, muere
Afuera hay fiesta alborotada
y cantan los gallos…
.
.
1 comentario:
Valentín,
Admiro la manera en que entregas a lo que haces: la dedicación y la responsabilidad son tu sello. ¡Tu público exige que publiques más de tus poesías en el blog! Me encantan las fotos, sobre todo las tuyas montando bicicleta y en la playa:¡libre!
Saludos,
Ofelia
Publicar un comentario