martes, 17 de julio de 2007

Delirando


Un hombre
—molesta náusea de siempre—
viejo sombrero olvidado
caja abandonada y vacía
mueca de un payaso jubilado

Asilado porque sí
muerde su lengua
gruñe solo
estalla en cada oquedad perdida

Grita su oscuridad
embiste las frías paredes

Se cae
cree levantarse
y no puede

Se sabe perdido
no responden sus dioses de la tierra
los jerarcas de su insomnio
delira, agoniza, muere

Afuera hay fiesta alborotada
y cantan los gallos…

.
.

1 comentario:

Ofelia Berrido dijo...

Valentín,

Admiro la manera en que entregas a lo que haces: la dedicación y la responsabilidad son tu sello. ¡Tu público exige que publiques más de tus poesías en el blog! Me encantan las fotos, sobre todo las tuyas montando bicicleta y en la playa:¡libre!

Saludos,
Ofelia